Como parte de las celebraciones que se realizan en los diferentes consulados, ésta vez tiene un  sabor especial: debido al nombramiento por la Unesco, ahora se trata de compartir el mensaje y la responsabilidad que adquirimos todos los mexicanos, dentro y fuera de nuestro territorio.

Por tercera ocasión he tenido la oportunidad de ser parte de este marvilloso evento llamado Sabor  a México; la  primera vez como expositor, la segunda para compartir una degustación con el famoso mixiólogo Junior Merino y ésta vez, como invitado especial por  parte del Consulado para relizar una degustación acerca de una técnica prehispánica cubierta por diferentes matices y rituales que hacen de la cocina mexicana una verdadera experiencia; barbacoa, mixiotes y tamales conocidos por su cocción en concentración, que además de matener las características esenciales de los productos, incorpora aroma y textura.

Previo al día del evento, fue un día de compras de materia prima, organización de las recetas y la dinámica del servicio. Con mucho agrado me doy cuenta que se puden adquirir la mayoría de productos frescos. Un día de producción completo de sol a sombra, colaborando con cocineros de los diversos restaurantes y el gusto de encontrarme con una cocinera jarocha, quien me sorprendió con su destreza para elaborar tamales de hoja de plátano y masa cocida.

El día de la presentación, el escenario era especial, el  Mueso de Arte Contemporáneo de la ciudad sería el anfitrión de un evento que ha crecido en ese aspecto, porque además de ir a comer y pasar un rato agradable, el objetivo principal sería dar un día de cultura mexicana, lo cual se logró con excelentes expositores de 12 restaurantes de la ciudad. La organización de MERA, que es la Asociación de Restauranteros en Estados Unidos,  que tiene su representación en Portland, nos brindó una logística impresionante con los diferentes elementos; una charla de Cocina Mexicana de Patrimonio, música prehispánica, degustación y un cierre impresionante por parte del mariachi  y el discurso del cónsul.

Fueron 4 días de intensa actividad y trabajo pero  vale la pena recalcar que éstas son de las grandes oportunidades que tendremos los mexicanos de perservar nuestras tradiciones y darlas a conocer dentro y fuera de nuestras fronteras, terminar con la falsa idea que se tiene de nuestra gastronomía y establecer un fuerte vínculo con  nuestro patrimonio.

El mexicano tiene en su genética  el patrimonio implícito y donde quiera que se encuentre el tesoro brilla con la destreza de sus manos.
Gracias a el consulado de México en Portland, a www.mayahuelcatering.com , las universidades, UAQ, UCO, UNITESBA, a los organizadores de este increíble festival que nos recuerda que los mexicanos estamos hechos de un material especial inagotable llamado tradiciones.